¡POR FIN!
La Declaración de los derechos de los campesinos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas
En aras de la coherencia, los gobiernos de la UE deben votar a favor de la declaración
Bruselas – Jueves 25 de octubre de 2018 – Hoy la «Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales» será presentada ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York*. Millones de campesinos y campesinas de La Vía Campesina pueden, después de todo, gritar ¡Por fin! Todos ellos, junto con organizaciones de pastores, pescadores artesanales, trabajadores agrícolas y pueblos indígenas, y el apoyo de varias ONG, han llevado a cabo, desde hace más de dos décadas, una incansable lucha para que los derechos de la población rural se reconozcan ampliamente y sean mejor protegidos.
En efecto, los campesinos sufren la pobreza y el hambre de forma desproporcionada**. Se estima que de los 821 millones de personas que padecen hambre en el mundo 80% viven en las zonas rurales (datos de la ONU en 2018). Estas personas son especialmente vulnerables y discriminadas, sufre expulsiones forzosas, y no tienen acceso a recursos fundamentales: tierra, semillas, préstamos, educación, justicia y servicios básicos. Sin embargo, los pequeños productores de alimentos contribuyen en un 70% de media al suministro mundial de alimentos, alcanzando más del 80% en los países en vías de desarrollo, y su papel determinante en la lucha contra el cambio climático y por la conservación de la biodiversidad es ampliamente reconocido.
Los ciudadanos apoyan considerablemente la declaración, tanto a nivel internacional como europeo. El Comité Económico y Social Europeo ha apoyado la declaración y el Parlamento votó una resolución en la que pedía a los Estados miembros respaldar el proyecto.
En Francia, el Comité Consultivo Nacional sobre Derechos Humanos hizo un llamamiento al gobierno francés mediante una opinión consultiva, el 2 de octubre, para que apoyara el texto. La FAO, al igual que el antiguo relator sobre el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, como su sucesor, Hilal Elver, también han expresado su apoyo a la declaración.
Sin embargo, hasta la fecha, la mayoría de los gobiernos europeos se han abstenido en el proceso de votación de las Naciones Unidas. Esperemos que, en aras de la coherencia con los Acuerdos de París sobre el clima, el compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 – especialmente el objetivo número 2 para erradicar el hambre – y los compromisos que ha anunciado la diplomacia europea para lograr un mundo más justo y más estable, nuestros gobiernos tomen la buena decisión y voten, clara y unánimemente, a favor de la declaración.
Y, no olvidemos que aunque las declaraciones no tengan valor vinculante, la existencia de dicho instrumento, ansiado y apoyado por las personas afectadas, sería, al mismo tiempo, un gran signo de reconocimiento hacia los campesinos y campesinas europeos que trabajan duro para ganar su vida y alimentar el Pueblo, y un gran impulso para las poblaciones rurales.