[Fonte: joseantonioarcos.es] Es una mala noticia. Sin lugar a dudas. El nuevo virus que acecha al cultivo de tomate en todo el planeta y que aún no había sido detectado en España ha tenido su primer positivo. Así lo confirmaba en el día de ayer Rafael Sánchez Trujillo, jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía, en el marco del congreso Semilla Innova que se celebra hasta hoy jueves en el Maestro Padilla de la capital almeriense.
Un técnico llevaba recientemente hasta el laboratorio de la Junta en La Mojonera una muestra de un invernadero sospechosa por su sintomatología, y dicho laboratorio confirmaba hace solo unos pocos días el positivo de ToBRFV, conocido popularmente como el virus del rugoso del tomate, en dicha muestra.
El lunes de esta semana la Administración comunicaba este positivo a la Unión Europea.
Este invernadero de Almería ha sido aislado y la plantación arrancada, destruyendo el cultivo siguiendo los protocolos de gestión que se implementan en este tipo de escenarios. También se han minimizado todos los riesgos para que el rugoso no se extienda por otras explotaciones vecinas y hasta el momento el resto de muestras de otras fincas han dado todas negativas. Según explicaba Rafael Sánchez, al igual que hace unos años se detectó un caso de Xylella Fastidiosa y destruyendo todo el material vegetal se conseguía erradicar su existencia, la Administración andaluza confía ahora poder controlar este foco de rugoso, y erradicarlo gracias a su aislamiento.
Virus del Rugoso del Tomate: qué es y cómo se trabaja
Tras la intervención de Rafael Sánchez fue el turno de Leandro de León, investigador de Anove, que explicó que el rugoso es un tipo de Tobamovirus detectado por vez primera en Israel (2014) y en Jordania (2015).
Los Tobamovirus se caracterizan porque pueden resistir largos períodos de tiempo y se transmiten de forma mecánica por contacto y también por semilla.
El Tomato Brown rugose fruit virus (ToBRFV) está en otros países productores como Italia y México, en ambos desde 2018; aunque también se erradicaba con éxito el pasado año de zonas como California y Alemania. En Reino Unido y en Holanda está en fase de erradicación, según los datos aportados ayer. En otros países como Grecia, Turquía o China está documentada su presencia.
Las variedades de tomate que posee el gen de resistencia a Tobamovirus Tm-2 son susceptibles a ToBRFV. Se ha sugerido que alguna mutación en la proteína de movimiento (MP) viral puede ser la responsable de la pérdida de resistencia frente a ToBRFV en el hospedador.
ToBRFV infecta de forma natural el cultivo de tomate.
Prevención y control
Se sospecha la transmisión de ToBRFV por semilla de tomate. Bien manejo de la semilla, heridas durante la germinación o contaminación del suelo al sembrar. De ahí la importancia de la obtención de semillas en áreas libres de virus; y la desinfección de las mismas.
Por otro lado, las heridas asociadas a la manipulación de los cultivos y el uso de herramientas contaminadas constituyen una de las vías de dispersión más importantes de Tobamovirus. Las aguas de riego contaminadas también son una fuente de inóculo.
Leandro de León dio algunas recomendaciones: “Manipular las plantas con cuidado. Hacer desinfección de útiles, sistemas de riego e instalaciones; dividir las tareas entre los trabajadores e identificar y eliminar las plantas infectadas”.
Los polinizadores son también foco de atención, ya que el abejorro adquiere el virus durante el libado de las flores. Se han detectado partículas virales infecciosas en diferentes partes de la colmena y el néctar. De hecho, se ha documentado que colmenas infectadas de ToBRFV y colocadas en un cultivo sano han servido como fuente de inóculo del virus. En conclusión hay que evitar el movimiento de colmenas entre fincas.
También restos vegetales y suelo. Hasta un 80% de las infecciones primarias por Tobamovirus tienen su origen en sustratos contaminados. ¡Ojo, alta persistencia en suelo! Y además las malas hierbas que actúan como reservorio del virus pueden constituir una importante fuente de inóculo. Por todo ello se recomienda la combinación de tratamientos térmicos (solarización) y químicos; la eliminación de restos de cosecha y malas hierbas; y la rotación de cultivo.
Medidas fitosanitarias
Restringir el acceso al personal ajeno a las actividades.
Desinfección del calzado (alfombras) antes y después de acceder al cultivo.
Formación de los trabajadores (uso de guantes y batas).
Limpieza exhaustiva de las instalaciones y desinfección de las herramientas y material de trabajo.
Uso de material y equipamiento exclusivo para cada invernadero.
Informar al observar plantas con síntomas.
Permitir el acceso solo a personal autorizado e implicado en las labores de desinfección (personal formado).
Lavado de manos (jabón) y desinfección de calzado (alfombras) antes y después de acceder al cultivo.
Uso obligatorio de guantes y batas desechables.
Embolsado e incinerado de plantas con síntomas y las adyacentes.
Desinfección de instalaciones, herramientas y material usado en el interior de la parcela. No sacar al exterior.
Eliminación (incineración, autoclavado, etc) de residuos que hayan podido entrar en contacto con material infectado.
Intensificar el muestreo para la detección de ToBRFV (plantas aparentemente sanas y malas hierbas).