La Comisión Europea publicó el miércoles -27 de mayo- su nuevo proyecto de presupuesto comunitario para el período 2021-2027 y la PAC se llevará apenas un 3,2% del dinero nuevo que Bruselas ha puesto sobre la mesa. La reacción de las principales organizaciones agrarias españolas y de las Cooperativas no se ha hecho esperar, todas coincidien en que la cantidad es insuficiente.
ASAJA se ha manifestado contraria a nuevos recortes en la futura PAC, que vendrá marcada por nuevas exigencias en materia medioambiental y climática. Por ello, ve necesario que estas exigencias estén acompañadas de compensaciones por las limitaciones en la producción y, sobre todo, con medidas atractivas y que respondan a los tres ejes de la sostenibilidad, medioambiental social y también económico.
COAG considera inaceptable cualquier tipo de recorte en un contexto de grave crisis de rentabilidad de las explotaciones y mayores exigencias medioambientales y costes dentro del Paquete Verde Europeo. Por ello, ha reclamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que establezca alianzas con otros países de la UE para reorientar la propuesta de recorte de la Comisión y reforzar el presupuesto de la PAC en el marco financiero 2021-2027.
La UPA también rechaza cualquier recorte del presupuesto de la PAC. Considera que esta primera propuesta deberá ser trabajada y modificada. A su juicio, “Europa se merece una Política Agraria Común más fuerte, más justa y más social, que apoye a los modelos que más beneficios aportan a la sociedad y que garantice a los 500 millones de europeos la soberanía alimentaria que merecen y demandan”.
Por su parte, Cooperativas Agro-alimentarias de España ha valorado positivamente que la Comisión Europea incluya a la agricultura en el Plan de recuperación económica de la UE. Sin embargo, sobre el presupuesto de la PAC 2021-2017 lamentan que la propuesta siga presentando un presupuesto inferior al del actual marco financiero.
Finalmente, Unión de Uniones considera la propuesta insuficiente para que el sector agrario europeo aborde sus objetivos de seguridad alimentaria y los de sostenibilidad acrecentados con la Estrategia “De la granja a la mesa”, sin poner en riesgo la rentabilidad de las explotaciones.