El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha pedido a la Comisión Europea (CE) que flexibilice los requisitos de importación de maíz y otros cereales así como oleaginosas para facilitar su llegada a la UE ante la imposibilidad de traerlo de Ucrania por la situación de guerra.
Es una de las cuatro medidas que ha demandado a la Unión Europea y que ha trasladado este jueves a las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA durante la reunión del comité asesor agrario en la que la guerra de Ucrania y la sequía han centrado gran parte del debate.
El ministro quiere que se facilite la llegada de esas materias primas “desde todos los orígenes” porque es necesario, principalmente, para asegurar la producción de alimentación para animales.
España ha pedido suavizar “temporal y excepcionalmente”, y siempre que fuese necesario, los requisitos que impone la UE sobre uso de fitosanitarios o de Organismos Modificados Genéticamente (OGM).
Ha puesto como ejemplo la compra de maíz en Argentina salvando las restricciones en límites máximos de residuos fitosanitarios o la llegada de maíz y soja OGM de EEUU, “todo ello bajo el control de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria”.
También ve conveniente adaptar las ayudas directas de la Política Agraria Común al nuevo escenario, de manera que sea posible aumentar la disponibilidad de superficies destinadas a la producción de maíz y otros cereales.
Planas, quien ha mostrado su “solidaridad” con Ucrania ante esta “lamentable violación del Derecho internacional” por parte de Rusia, ha asegurado que una de las prioridades es facilitar alimentos a ese país y también asegurar la producción y el abastecimiento de materias primas en los países que se vean afectados por el conflicto.
Ha recordado que España compra a Ucrania el 22 % del maíz que importa (unos 2,7 millones de toneladas) mientras que adquiere 233.000 toneladas de torta de girasol (el 68 % del total).
Por el momento, el puerto de Tarragona, principal granero de maíz ucraniano, tiene provisiones para 45 días y de ahí la necesidad de ampliar la recepción desde otros países y de ampliar cosechas.
No obstante, ha lanzado un mensaje de “tranquilidad” a la sociedad porque “no existe riesgo a corto plazo” de desabastecimiento alimentario y a los productores les ha indicado que “todos” los actores están trabajando juntos para que sus intereses “sean preservados”.
El presidente de Asaja, Pedro Barato, ha declarado que “ya no caben restricciones” para abastecer a la ganadería.
Barato ha indicado que la agresión de Rusia a Ucrania “agudiza una situación que ya se venía produciendo de carestía de la producción, escasez de materias primas y volatilidad de los mercados”, entre otros, y que en que en ese contexto cabría replantearse determinadas normativas europeas.
El secretario general de COAG, Miguel Padilla, ha indicado que hay una gran preocupación de agricultores y ganaderos en cuanto al abastecimiento de materias primas y que “hay que tomar medidas excepcionales”.
En ese sentido, ha abogado por una “flexibilización” para poder proveer a los productores de materias primas.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha pedido celeridad a la UE para que adopte las medidas que el ministro les ha planteado.
Cree que “lo más importante” ahora es “asegurar la producción de alimentos” y ve necesario hacer una reflexión “profunda” sobre el funcionamiento de la Política Agrícola Común (PAC).
Bajo su punto de vista, la PAC “tiene que hacerse valer” ante acontecimientos como una guerra o una pandemia porque “se fundó para garantizar” la alimentación en la UE.