La PAC entra en su recta final, aunque con problemas, en Europa pero eso no implica que se sigan proponiendo medidas para su aplicación, en especial de cara a la siguiente aprobación de los Planes Estratégicos Nacionales y, en concreto, a la creación de la regiones agronómicas. Por eso, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos – COAG de Andalucía considera fundamental que en las negociaciones de la nueva Política Agrícola Común (PAC) se tenga en cuenta y valore que las explotaciones provenientes de derechos especiales muy productivas y con poca base territorial conforman un sector estratégico para las zonas rurales, en el que generan riqueza y empleo. Por eso, reclama que se establezca una región específica para estas explotaciones
Se trata de explotaciones ganaderas, lácteas principalmente, caracterizadas por un alto grado de inversión y por disponer de poca base territorial, por lo que el paso de ayudas por ganado a ayudas por superficie y la convergencia de éstas desde 2015, les ha hecho perder desde 2015, de media, más de un 30% de las ayudas que percibían.
En conjunto son pocos ganaderos en proporción con la totalidad de perceptores de la PAC (menos de 20.000 en España, en torno a una cuarta parte en Andalucía), pero, según la organización agraria, «son un ejemplo visible de lo que supone confundir renta y derechos de ayuda (que son una mera herramienta para repartir las ayudas): conforman su ayuda a la renta con pocos derechos de valores altos, por lo que perderían indefectiblemente al igualar valores de derechos sin más consideraciones».
Por este motivo, COAG Andalucía pide que en el diseño de la nueva PAC, a través del futuro Plan estratégico que se debe negociar desde el 11 de junio, se establezca una región específica para estas explotaciones provenientes de derechos especiales, pues en caso contrario vivirían una rápida descapitalización y estarían abocadas a su pronta desaparición.