Son días cruciales para el campo europeo, también el español, y tanto el comisario de Agricultura como el ministro español del ramo, Luis Planas, andan desaparecidos, a pesar de lo mucho que nos jugamos. En Bruselas se dan los últimos retoques al Pacto Verde europeo y más en concreto a las estrategias de la granja a la mesa y de biodiversidad horizonte 2030. Ambas se presentarán el próximo miércoles día 20 y, cuando se negocie la futura PAC, se deberá tener en cuenta lo que se establezca en ellas sobre los límites en el uso de productos fitosanitarios y de abonos para tener derecho a recibir las ayudas en las explotaciones agrícolas; también se fijarán topes para el uso de antibióticos en las explotaciones ganaderas.
Además, Bruselas pretende que en 2030 al menos el 25 por ciento de las tierras agrícolas de la UE estén dedicadas a la agricultura ecológica. Por si lo anterior no fuese suficiente, la Comisión Europea prepara su nueva propuesta sobre el Marco Presupuestario de la UE para el periodo 2021/27, de la que dependerá el dinero de la PAC. Dicho de otra manera, nos estamos jugando el dinero de la PAC y que lo verde mande sobre toda la política agrícola del futuro. Y llega la gran pregunta: ¿en todo esto pinta algo el comisario de Agricultura? Pues parece que no mucho. Es más, ni siquiera ha estado en Bruselas durante las últimas semanas.
Si volvemos la vista a España, desde el Ministerio de Trabajo, pilotado por la comunista Yolanda Díaz, se ha ordenado una campaña específica de inspecciones en el sector agrario. En concreto pide que se busquen casos de esclavitud o de explotación laboral. En el cuestionario que utilizarán los inspectores se incluyen preguntas para investigar si los trabajadores están encerrados o presentan magulladuras y otro tipo de lesiones. Las organizaciones agrarias han puesto el grito en el cielo y las cooperativas también, lo mismo que la consejera de Agricultura de Andalucía, Carmen Crespo.
¿Ha dicho algo el ministro de Agricultura, el censor Luis Planas? Pues no. Como es habitual en él ha estado desaparecido y no ha salido en defensa de los agricultores, ni tampoco ha pedido a su colega de Gobierno Yolanda Diaz que rectifique. Nada de nada. Vamos, que ha mirado para otro lado. Ambos, el comisario y el ministro censor han desaparecido en momentos cruciales. ¡En manos de quién está el campo!